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El kiwi es un árbol perteneciente a la familia de las actinidiaceae que no soporta los encharcamientos por lo que necesita ser cultivado en un terreno con un buen drenaje. Sin embargo, es muy sensible a la asfixia de sus raíces por lo que debe ser un terreno blando y suelto. En definitiva, los suelos ideales para el kiwi son los franco arenosos con poca presencia de cal y un pH que se sitúa entre 6 y 7.
Puntos clave:
El kiwi es definido como una planta trepadora de lianas leñosas cuyas hojas son caducas, largas y redondeadas. Además, las hojas tienen presencia de vellosidades y alcanzan un tamaño de hasta 30 cm de largo.
Las flores del kiwi son hermafroditas de color blanco crema y con 5 pétalos bien definidos. Cada flor presenta aparato sexual femenino (ginoceo) y masculino (androceo).
La manera más común de cultivar los kiwis es de forma oval, de unos 5-8 cm de longitud y 4,5-5,5 cm de diámetro. El fruto del kiwi recibe el mismo nombre que el árbol y es una es baya grande con forma de elipse y color externo de tonalidad marrón oscura con una piel fibrosa . La pulpa del interior es verde con pequeñas semillas de color negro que también son comestibles.. La maduración del fruto se produce en el mes de abril. Este fruto tiene una textura blanda y un sabor característico.
En conclusión, se puede decir que el kiwi no es un árbol o planta que pueda sobrevivir en cualquier terreno o clima sino que lo hace en lugares muy específicos y, por eso, los países que albergan el cultivo de este frutal saben la gran riqueza que supone para ellos la exportación de esta fruta considerada exótica tan peculiar y deliciosa.
Las flores del kiwi son hermafroditas de color blanco crema y con 5 pétalos bien definidos. Cada flor presenta aparato sexual femenino (ginoceo) y masculino (androceo).
La manera más común de cultivar los kiwis es de forma oval, de unos 5-8 cm de longitud y 4,5-5,5 cm de diámetro. El fruto del kiwi recibe el mismo nombre que el árbol y es una es baya grande con forma de elipse y color externo de tonalidad marrón oscura con una piel fibrosa . La pulpa del interior es verde con pequeñas semillas de color negro que también son comestibles.. La maduración del fruto se produce en el mes de abril. Este fruto tiene una textura blanda y un sabor característico.
En conclusión, se puede decir que el kiwi no es un árbol o planta que pueda sobrevivir en cualquier terreno o clima sino que lo hace en lugares muy específicos y, por eso, los países que albergan el cultivo de este frutal saben la gran riqueza que supone para ellos la exportación de esta fruta considerada exótica tan peculiar y deliciosa.
