✅ Una vez que el veterinario de luz verde para que el cachorrito pueda recibir su primer baño, hay que conseguir que este debut acuático sea agradable para él. Una primera experiencia positiva te ahorrará muchos quebraderos de cabeza en el futuro. Te damos 3 sencillas pautas para que el estreno con el agua y el jabón sea todo un éxito.
1. Todo preparado y a mano.
Si el cachorro es de tamaño pequeño podemos asearlo en una bañerita de las que se utilizan para los bebés o en un recipiente de plástico adecuado. Si os resulta más cómodo, directamente en la bañera, para los más grandes esta resulta la mejor opción. Antes de comenzar, hay que asegurarse de que tenemos dispuesto y cerca todo lo que vamos a necesitar: una o dos toallas, su champú (siempre específico para perros ya que su piel tiene un pH diferente al nuestro), un peine o cepillo, y el secador (sí, se les puede acostumbrar desde pequeñitos). El cuarto de baño o el lugar elegido no debe estar frío ni tener corrientes de aire. Si ya se han detectado los primeros nudos en el pelo, es más fácil cepillarle bien antes de bañarle: el pelo mojado dificulta el desenredado.
2. Manejo cuidadoso, entorno tranquilo.
Para bañar al cachorro es importante que se sienta cómodo en todo momento, para ello es preciso sostenerle y cogerle con suavidad y firmeza (especialmente si es pequeñito), para que se encuentre seguro y no trate de darse “a la fuga”. Tus movimientos han de estar llenos de confianza y exentos de brusquedad.
Ayuda colocar una alfombrilla antideslizante en el fondo de la bañera o una toalla limpia y húmeda para que no se resbale y se asuste. Durante todo el proceso le podemos hablar afectuosamente, alentándole con un tono de voz calmado y dándole su tiempo para que olfatee y se familiarice con esta nueva aventura: la paciencia es la fórmula mágica. Al ser la primera vez, es aconsejable que no haya alboroto en la casa, ni nada que pueda resultar peligroso a su alrededor, y que te concentres en él, sin dejarle solo ¡Ponte ropa cómoda, porque seguro que alguna salpicadura de agua te llevas!
3. Llego el momento
Se vierte un poco de agua (a la temperatura adecuada) en la bañera o en el recipiente, hasta llegar al inicio de su barriguita, ¡no hay que sumergirlo! A continuación se le va mojando poco a poco (la presión del agua mejor suave si utilizamos la alcachofa de la ducha, o con una esponja, manopla o la mano), para que perciba que el agua puede ser su amiga. Para enjabonarle es aconsejable no verter el champú directamente sobre su piel, sino tomar una pequeña cantidad y diluirla en un bote con un poco de agua tibia, luego se distribuye bien esta mezcla espumosa por todo su cuerpo, masajeando suavemente: este método facilitará el enjuagado. Tras enjabonarle, hay que asegurarse de que queda perfectamente aclarado, sin ningún resto de champú, que le podría ocasionar irritaciones cutáneas.
Cada propietario tiene su técnica, pero es recomendable no comenzar por la cabeza, ya que a muchos perros es el momento que menos les gusta del baño, y hay que estar atentos para que no entre agua ni en sus oídos ni en los ojos.
Siempre bien seco: Ahora es el momento de tener preparada una toalla o alfombrilla en el suelo o en una mesa, como estéis más cómodos, y tras sacarle con seguridad de la bañera, le colocamos en esa toalla y procedemos a secarle delicadamente con la otra.
Llegó el momento del secador: es aconsejable ponerle a una potencia media para que el ruido no le asuste en esta primera toma de contacto. La boca del secador debe colocarse a unos 25 o 35 centímetros de su cuerpo, para que no le queme y nunca debe dirigirse a los ojos del perro. No es aconsejable dejarle “jugar” con él, así nuestro perro comprenderá desde muy pequeño, que ese artefacto no es uno de “sus juguetes”.
Tan importante como que quede bien limpio, es que lo dejemos perfectamente seco, sin rastro de humedad, que sería perjudicial para él.
Y cuando acabe todo, a premiarle y a jugar con él. ¡Feliz baño!
FUENTE: Blog.arion-petfood